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CAPÍTULO 1 - EL ILUSIONISTA
De vez en cuando nos visitan por la cartelera películas enfrentadas (Armageddon y Deep Impact; Dante´s Peak y Volcano; Robin Hood príncipe de los ladrones y Robin Hood el magnífico…), cintas primas hermanas separadas principalmente por el presupuesto y los nombres (recientemente Capote dejó en la cuneta a Infamous, que se estrena en breve), quedando “la hermana pequeña” (Deep impact, RH el magnífico…) protagonizada por restos de serie o actores con huecos libres no se sabe muy bien por que motivo.
Es el caso de El ilusionista, de Neil Burger.
Eduard Norton frunce el ceño como solo lo puede hacer Steven Seagal en cualquiera de sus subproductos, sin transmitir nada de nada, algo que no nos gusta viniendo de quien viene (La última noche, American History X o El club de la lucha, por poner algún ejemplo); Paul Giamatti debía pasar por el casting en el momento adecuado y Jessica Biel tiene un papel mal trabajado por los guionistas, auténticos ilusionistas ellos haciéndola aparecer y desaparecer cuando les parece, y la fotografía de Dick Pope acaba atragantándose por reiterativa y pomposa, por no hablar de la música de Philip Glass, muy shyamalanyana.
La historia, basada en un relato corto de Steven Millhauser, empieza in media res, para facilitar el truco final y que no debería sorprender a nadie en estos tiempos donde la moda está en rizar el rizo, sorprendiendo si o si.
Lamentablemente eso solo puede lograrse con un guión de hierro, sin flecos, y eso es difícil incluso para gente como Scorsese, que en su magistral Infiltrados deja un par de cabos por atar, aunque pequeñitos y sin la mayor importancia (se justifican con escenas, y que escenas)
Otro hándicap es el presupuesto, limitado a menos de 20 millones de dólares que, claro está, si los empleas en una película sobre magia en la Viena de principios del siglo XX con Eduard Norton, Paul Giamatti y Jessica Biel (Rufus Sewell también sale por ahí con un mostacho sospechoso…), poco queda para la magia y los trucos, lamentablemente, algo primordial en un film titulado El Ilusionista.
Al igual que con The Prestige, no puedo hablar con demasiada profundidad para no destripar la ilusión, pero en el caso de la peli de Nolan, esa ilusión supone un reto para el espectador, que no tiene muy claro cual es el secreto hasta el final (aunque me apuesto algo a que muchos espectadores, una vez acabada la proyección, tampoco)
En El ilusionista, la sorpresa es de las de serie b, de las falsas, de las manipuladoras, de las de mentira, de las innecesarias.
En The Prestige la sorpresa está por encima incluso del espectador más predispuesto, pero eso solo es la guinda del gran plato de Nolan.
Volviendo a El ilusionista, otro claro error es la campaña publicitaria, que si con los films de M Night Shyamalan (otra vez le saco por aquí) llevan al público por el camino del horror en lugar del de la fantasía, con esta película se lleva al espectador potencial por el camino de “gran película muy elaborada”, y de eso tampoco es que haya demasiado: grandes planos generales de idílicos emplazamientos… y poco más.
Realmente Norton no parece estar metido en su papel, recordando un poco la apatía de Lex Luthor / Kevin Spacey de Superman returns, no muestra en ningún momento ninguna emoción, por lo que nunca le conocemos, nunca sabemos qué piensa, qué siente, si es real o es falso, y él es el eje de una historia en la que el espectador es mera comparsa mirando una pantalla durante cien minutos muy largos
Y por cierto, en El ilusionista lo de menos es la magia, justo lo contrario que en The prestige, donde todos y cada uno de los personajes está obsesionado con ella.
Pero las comparaciones son odiosas…
CAPÍTULO 2 - The Prestige (El truco final)
Difícil, muy difícil hablar de los aciertos y los fallos de la nueva propuesta de Christopher Nolan sin destripar más de la cuenta. Adaptando una estupenda novela de Christopher Priest, Nolan la hace suya con un arranque ejemplar: el primer plano del film es hermoso, pero ya digo al comienzo que va a ser muy difícil hablar del film sin destriparlo, sobre todo de la parte (que se supone que debe ser) aclaratoria.La primera hora de metraje (llega a los 130´) es sencillamente magistral, con unos personajes estupendos que empiezan a diferenciarse poco a poco para luego acabar siendo iguales, y es que la obsesión de un hombre, y sobre todo si éste es mago, puede resultar muy peligrosa.Tanto Jackman como Bale brillan con luz propia en su perfomance, quedándose Scarlett con un papel secundario y más encorsetada que nunca, cosa que agradeceré al señor Nolan toda mi vida (Encorsetar: poner corsé, especialmente cuando se ciñe mucho), quedándose Michael Caine con un papel un tanto confuso (sobre todo en la parte final del film) y Sir David Bowie con el del inventor /visionario Nikola Tesla, un hombre (muy, pero que muy) adelantado a su época…
Hay que destacar el uso de la cámara al hombro, que resulta chocante en un producto de estas características, donde se esperan planos más artesanales y elaborados (que los tiene, por supuesto), y también el ambiente que envuelve la película, una especie de “peli de Scorsese con magos en lugar de mafiosos” y precisamente esos magos te mantienen en vilo como a un niño pequeño que presencia una función. Lo que pasa es que ya no somos tan niños y sabemos que los magos siempre se guardan un as en la manga.Y el mayor defecto de la película radica en ello. Y no es por el clásico (y abusado ya en demasía sin importar el género) súper giro final, porque el espectador sabe que algo va a pasar (sobre todo el espectador que haya leído la novela), si no porque lo que pasa no está, a mi juicio, demasiado bien explicado, y uno sale del cine con una sensación parecida a la que tuvo al acabarse Memento, haber entendido la historia “a medias”, aunque puede haber alguien a quien el final de la cinta le parezca el último truco de Nolan, hacer que nos sintamos como uno de los personajes de la película.En resumen, que se trata de una película muy recomendable, dirigida por uno de los mayores talentos del cine norteamericano actual y protagonizada por dos actores estupendos que a pesar de haber sido superhéroes (y seguirán siéndolo) cada vez se muestran más efectivos y con más registros, secundados por un elenco estupendo y con un par o tres de momentos espléndidos de pura magia.
De no ser por unas caídas de ritmo demasiado evidentes, iba para masterpiece, pero se queda en un notable alto.
PD: The Prestige se estrenará con el título de El truco final.Toma ya.
2 comentarios:
Joer, parece que has odiado la cinta de Burger con todo tu ser... a mi, sin parecerme gran cosa, creo que se deja ver sin molestar demasiado, salvo por la evidente desgana de Burger y ese final excesuivamente explicativo. la de Nolan fijo que es mejor, pero hay muchos que aun no hemos podido verla!
"The Prestige" reelegara a "El Ilusionista" a la nada....pero de momento a mi me parece una peli muy maja.
Ya puedes descargarte el programa de radio, que ya lo han subido a la web!
Saludos tio!
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