AMONIACO Y CLORO

Antes de empezar, mis disculpas a los fans por lo desatendido que he tenido el blog últimamente, pero es que me están pasando muchas cosas raras a la vez y no tengo tiempo para todo. Ya os contaré más adelante...

Bien, retomo el cine, maravilloso mundo gracias al cual merece la pena vivir, con una peli que no había visto nunca: Los asesinos de la luna de miel, (The honeymoon killers, 1970, Leonard Kastle), una de esas cultmovies perdidas en el tiempo, creo que semi-inédita en España, que Filmax ha rescatado del limbo.

La peli, con una fotografía maravillosamente expresionista a cargo de Oliver Wood (que, al loro, es el encargado de iluminar la saga Bourne, Los 4 fantásticos o Talladega nights), cuenta los hechos reales que llevaron a cabo Martha y Ray, dos zumbaos del copón, ella pasada de kilos y él tirando de tupé, robando y matando a solteronas por todos los USA a través de agencias de contacto sin caer en exceso en el estilo documental que tan bien le podría haber sentado a una peli con semejante fotografía y puesta en escena.

Más dura que una piedra, sobre todo en el salvaje tramo final, con momentos de crudeza extrema (estamos hablando de 1970), el espectador es testigo de los retorcidos actos de estos dos cafres, que nada tendrían que envidiar a Henry y su primo, o al mismísimo Norman Bates, interpretados, de manera prodigiosa por Shirley Stoler y Tony Lo Bianco, auténtico recital el que dan los dos actores cargando con la peli a sus espaldas y dándole una mala uva y un humor renegrío que le va como anillo al dedo al film.

Con un ritmo endiablado, sobre todo en su primera media hora, es una propuesta interesantísima que todo buen cinéfilo debe ver.

Un 8.