CASI PERFECTOS
Ahora que están de moda las familias disfuncionales tanto en el cine como en la televisión (Pequeña Miss Sunshine, Padre de familia y un largo etcétera) me doy cuenta de que para ciertas cosas, como en los USA, en ningún sitio.
De las mentes de Ron Howard y Brian Grazer (y un largo etcétera) y sobre todo de Mitchell Hurwitz, el hombre que se la inventó, llega la serie definitiva (en imagen real) sobre familias disfuncionales: Arrested Development.
Esta fábrica de carcajadas narra la historia de la familia Bluth, cuya cabeza de familia, George Bluth (¿a qué me suena?...), un fantástico Jeffrey Tambor, es encarcelado a mitad del primer episodio por “diversos fraudes” con su empresa.
Es entonces cuando su único hijo “normal”, Michael (estupendo Jason Bateman) intenta meter en vereda al resto, empezando por su madre, esa especie de Angela Channing del siglo XXI que borda Jessica Walter.
En su misión para arreglar lo de su padre y salvar empresa y familia le acompañará su hijo, George Michael.
El resto son de agárrate y no te menees:
-Gob, el hermano mayor. Consentido, muy (muy) estúpido… y mago.
-Buster, el hermano mimado, sobreprotegido y multifóbico.
-Lindsay, la hermana gemela de Michael, como Rachel “Friends” Green pero mucho más basta (y tonta) Casada y con una hija
-Tobias Fünke, el marido de Lindsay. Ex psicólogo y proyecto de actor. No podría explicar en pocas líneas a este personaje, mejor lo veis.
-"Maeby" Fünke, la hija de Tobias y Lindsay. Con esos padres…
No me voy a poner a hablar de los personajes secundarios, los cameos (que haberlos haylos) ni las subtramas, pero si que os dejo caer que probablemente desde los tiempos de Seinfeld no pasaban tantas cosas en veinte minutos pelados.
Vista la primera temporada tengo que decir que estoy con un monazo de aupa porque me ha sabido a poco, sobre todo viendo el final…
Rodada en estilo documental, parecido a The office, no deja de sorprender por su frescura, sus actores y sus diálogos.
Casi perfecta de no ser por un par de episodios un poco “tontorrones”, pero es que perfecto perfecto…
De las mentes de Ron Howard y Brian Grazer (y un largo etcétera) y sobre todo de Mitchell Hurwitz, el hombre que se la inventó, llega la serie definitiva (en imagen real) sobre familias disfuncionales: Arrested Development.
Esta fábrica de carcajadas narra la historia de la familia Bluth, cuya cabeza de familia, George Bluth (¿a qué me suena?...), un fantástico Jeffrey Tambor, es encarcelado a mitad del primer episodio por “diversos fraudes” con su empresa.
Es entonces cuando su único hijo “normal”, Michael (estupendo Jason Bateman) intenta meter en vereda al resto, empezando por su madre, esa especie de Angela Channing del siglo XXI que borda Jessica Walter.
En su misión para arreglar lo de su padre y salvar empresa y familia le acompañará su hijo, George Michael.
El resto son de agárrate y no te menees:
-Gob, el hermano mayor. Consentido, muy (muy) estúpido… y mago.
-Buster, el hermano mimado, sobreprotegido y multifóbico.
-Lindsay, la hermana gemela de Michael, como Rachel “Friends” Green pero mucho más basta (y tonta) Casada y con una hija
-Tobias Fünke, el marido de Lindsay. Ex psicólogo y proyecto de actor. No podría explicar en pocas líneas a este personaje, mejor lo veis.
-"Maeby" Fünke, la hija de Tobias y Lindsay. Con esos padres…
No me voy a poner a hablar de los personajes secundarios, los cameos (que haberlos haylos) ni las subtramas, pero si que os dejo caer que probablemente desde los tiempos de Seinfeld no pasaban tantas cosas en veinte minutos pelados.
Vista la primera temporada tengo que decir que estoy con un monazo de aupa porque me ha sabido a poco, sobre todo viendo el final…
Rodada en estilo documental, parecido a The office, no deja de sorprender por su frescura, sus actores y sus diálogos.
Casi perfecta de no ser por un par de episodios un poco “tontorrones”, pero es que perfecto perfecto…
Un 9,7.
PD: es la nota que tiene en el Imdb
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